Tiene sus raíces en las regiones de Europa. Asia Menor y Asia Central y su elaboración esta muy ligada con la producción de manzana. Los Romanos la consumían regularmente, habiendo registros en la obra “Historia Natural” escrita en el siglo I d.C. por Plinio el Viejo. Los Galos y Celtas en las regiones que hoy comprenden Francia y el norte de España también consumían una bebida fermentada de manzana.
En la edad media la sidra encontró gran reconocimiento en el norte de Francia y se extendió a toda Europa. Se producía en monasterios y granjas y era consumida por las clases altas y bajas.
Con la revolución industrial y el desarrollo de nuevas tecnologías de fermentación del siglo XVIII y XIX, la producción de sidra se incrementó y comenzaron a producir sidra para su comercialización.
En esta época la sidra de Inglaterra y Gales, especialmente en el Condado de Herefordshire y Somerset se expande considerablemente a todo el país y se vuelve popular entre las clases trabajadoras.
La Sidra llega a América con los colonos europeos, principalmente de Inglaterra y Francia. Se empezó a producir sidra local en las regiones de Nueva Inglaterra y el Valle del Hudson, donde el clima era adecuado para el cultivo de manzanas. Con el tiempo, la producción de sidra se convirtió en una industria importante y la “Hard Cider” (con mayor contenido alcohólico) fue popularizada.
En la actualidad, la sidra es una bebida importante en muchas partes del mundo, tanto en Europa (especialmente España, Francia y Reino Unido) como en América